Los Amigos de la Escuela… ¿ Volverán?

Todos hemos atravesado el umbral que divide la vida en la secundaria y la Vida Universitaria y hasta la profesional.

Pero, cómo lo asimilamos?

He escuchado innumerables historias de jóvenes que anhelan a tal punto la vida en la secundaria que cambian varias veces de carrera hasta encontrar un entorno donde se sientan cómodos y aceptados; lo mismo sucede cuando estudiantes universitarios buscan desarrollar lazos afectivos utilizando como parámetro, las relaciones de amistad sostenidas durante su paso por el llamado “High School”.

Me paso a mí cuando llegue a la Facultad quería encontrar el calor y la acogida que recibiera en su momento en el seno de mi alma matter el Instituto Fermín Naudeau. Nunca lo encontré pero lo que si es cierto es que me di cuenta que había más de lo que se ve a simple vista, en el fondo se trataba de otro tipo de amistades, quizás con mas edad, mayor madurez y conscientes de sus objetivos; mucha competitividad, pero sobre todo Mucho potencial.

Un Día me di cuenta que muchos de ellos atravesaban en el mismo abismo que yo, las mismas inquietudes y percepción sobre el ambiente académico, incapaz a simple vista de producir frutos empáticos.

De pronto, lo supe!, eso que les inquietaba los relacionaba conmigo de alguna manera, al contarnos estas cosas establecimos un lazo que luego de cuatro años no se ha podido romper. Puedo ver como cada Día con una actitud amable y honesta, se logran fundar amistades sobre la base del respeto y la solidaridad.

Mi consejo a la nuevas generaciones, ya pasados 4 años de mi carrera es que no se asusten, al principio sera difícil pero “para la bajada”, habrá tantos amigos que no se darán abasto.

Segundo, no pierdas el contacto con tus viejos amigos puede que ellos atraviesen por una situación similar, es importante su apoyo para asimilar esta situación.

Tercero, no te cambies de carrera por no tener acogida, preocupate por tu formación mas que por tus lazos afectivos.

No te asustes principiante, tus amigos están allí, tal como las estrellas en el Día, imperceptible en los buenos momentos, pero evidentes en la mas aguda oscuridad.